María Eugenia Elizabeth
Guadarrama Sotelo
AS14547411
Etapa 4
Ensayo
Vacíos de poder en México
El autor Edgardo Buscaglia, intenta revelar
como los vacíos de poder en México son llenados por el crimen organizado.
El
libro lo ha estructurado en seis capítulos; con el fin de que los lectores,
conozcan algunos de los controles en México, como: el judicial, el patrimonial,
la corrupción, la sociedad, la cooperación internacional y los sexenios de
oportunidad.
Los
vacios del poder son un colapso entre las instituciones y el crimen organizado.
Son las tareas o acciones que ya no puede realizar el gobierno y deja que los
narcotraficantes las realicen.
Buscaglia,
ha llevado una línea de investigación paralela entre el gobierno y el crimen
organizado. Al realizar estas investigaciones de campo; Edgardo se ha vuelto un
experto en el tema.
Con
este libro lo que busca Edgardo Buscaglia, establecer medidas para llenar esos
vacios del poder.
La
idea principal al escribir este libro es que si no existen controles
institucionales y sociales, no será posible el cambiar la perspectiva negativa
que tenemos en México.
En México
padecemos 23 diferentes tipos de delitos criminales, los cuales están
debidamente tipificados dentro del crimen organizado, de acuerdo a la manifestación
de la ONU.
En
México seguimos en una transición pendiente de la democracia, ya que en
realidad aun no ha llegado como debería de ser aplicada socialmente. Las viejas
estructuras psico-sociales, del régimen autoritario, prevalecen al día de hoy,
aun y cuando se tuvo la oportunidad de instituir otras nuevas:
Cuando
fue el sexenio de Calderón, solo se limito a transitar por el obscuro sendero
de los vacios que ya se venían arrastrando desde otros sexenios en las
administraciones federales, sin tener en cuenta estos problemas, y como
consecuencia solo se fortaleció cada vez más la delincuencia organizada. El
presidente Felipe Calderón y sus antecesores desestimaron los problemas y
fueron fomentando y fortaleciendo, nuevas células en la delincuencia
organizada, al expandir sus actividades ilícitas.
Cuando
fue el sexenio de calderón tuvo la oportunidad de llenar esos vacios, pero solo
los acentuó al militarizar la seguridad pública. Al momento supuestamente
funciono pero llego un momento en que todo se le salió de control, en aquellos
lugares a donde se enviaron y se instalo el ejército, como: Chihuahua,
Guerrero, Tamaulipas, Michoacán y Durango.
Los
mexicanos debemos de estar consientes de los problemas en cuanto a seguridad
pública, los cuales se acentuaron desde el sexenio del ex presidente Felipe
Calderón. Debemos afrontar más allá del aspecto judicial y militar, como lo
hemos hecho hasta el día de hoy. Esos solo son toques cosméticos en los que
ponen por debajo las verdaderas reformas sociopolíticas pendientes.
Al día
de hoy poseemos un sistema judicial descoordinado, que no castiga a los
culpables pero si en muchas ocasiones a los inocentes. Este sistema se ha
vuelto idóneo para no castigar a los verdaderos culpables y sin en cambio a los
inocentes se les es más fácil de procesar, y así al emprender una acción
judicial por la autoridad correspondiente, si es un político o influyente,
cualquier fuerza política saldrá a su defensa asegurando que las acusaciones
tienen un trasfondo político.
Lo que
no entendemos al día de hoy es el alto costo que nos representa el poder
legislativo y judicial, en general toda la burocracia mexicana. Hay ilegalidad,
cuando una persona viola la ley y no
solo no hay consecuencias sino que los
márgenes de rentabilidad son tan altos y los riesgos son mínimos.
Por
eso nos indica Edgardo Buscaglia. Que para reducir la inseguridad y la
violencia no solo son necesarios los cambios en el sistema judicial y las
instituciones de seguridad; también lo es prevenir el mal desde sus raíces
sociales. Una de las tantas caras que tiene la transición incompleta es la
existencia de un sistema judicial descoordinado y sin dientes que no puede
controlar; castigar ni enmendar las manifestaciones antisociales.
Uno de los controles es el
patrimonial, ya que es un mecanismo para detener la corrupción, en este país
cualquier funcionario, sindicalista o empresario, el cual tenga una red de
contactos políticos puede abusar de su discrecionalidad administrativa o
judicial, es muy común que realicen la malversación de fondos, abuso de
autoridad o el realizar cualquier otro tipo de conducta socialmente dañina y
mientras exista un padrino o amigo con poder de por medio, existirán pocos o
nulos canales de castigos para esta persona, ya que con sus influencias, no
serán castigados.
Los
controles sociales es una pieza para desmantelar el viejo régimen. Buscaglia,
pronostica el conflicto entre los grupos de autodefensa.
Hay
necesidad de realizar pactos políticos para prevenir la corrupción, fomentar las
capacidades persuasivas del sistema judicial, contar con jueces independientes,
desmantelar a las empresas criminales, movilizar a la sociedad para combatir la
corrupción administrativa.
En una
entrevista con Carmen Aristegui, el autor Uruguayo nos acerca al tema: de un
libro que tiene la intención de esclarecer que es lo que México y la región
circundante necesita hacer para que la delincuencia organizada trasnacional
pueda no solo combatirse, si no también prevenirse socialmente a través de
acciones operativas que dividan tareas coordinadas entre los estados y
sociedades civiles.
Se
plantean controles para combatir la delincuencia, como judiciales,
patrimoniales, de corrupción y sociales, considerados los de mayor importancia
y que deberían operar en todos los estados como el individual, familiar,
comunitario, laboral, de salud y educativo, para prevenir que mas ciudadanos se
sumen al crimen organizado.
Esos
controles deben de funcionar con base en redes ciudadanas técnicamente apoyados
para monitorear el funcionamiento de las instituciones públicas.
La periodista Carmen Aristegui realizo
el prologó del libro y escribió: ¿Qué hacer frente a un poder judicial
colapsado con miles de casos que se amontonan? ¿Qué hacer con políticos que se
enriquecen y corrompen a merced de los vacíos del Estado que dejan colar los
más deplorables rapiñas? ¿Qué hacer cuando la tarea de administrar se convierte
en posibilidad de robar? ¿Qué hacer cuando la propia sociedad no alcanza a
inventar su propio papel de control frente al poder y grupos delincuenciales?”
México está tan mal en sus redes de la sociedad civil que mientras en Alemania
hay 24 redes de ONG dedicadas a atacar los factores de riesgo social
ligados a la delincuencia organizada y el pandillerismo, en México no existe
una sola ONG realizando estas funciones, lo que nos coloca en el nivel de
Nigeria o de Afganistán.
Además, el autor uruguayo, plantea
veintiséis recomendaciones para que México se transforme a una democracia,
como crear una policía comunitaria preventiva.
Fuentes electrónicas
1.
Vacíos de poder en
México
http://en.bookfi.org/s/=Vac%C3%ADos+de+poder+en+M%C3%A9xico&t=0
2. Prologo
http://www.direccioneszac.net/2014/02/20/39663/