María Eugenia Elizabeth
Guadarrama Sotelo
AS14547411
Etapa 4
Ensayo
Ensayo
Terrorismo
mediático. La estrategia de la mentira y el miedo
La nueva obra de Carlos Fazio: Terrorismo Mediático. La construcción social del miedo en México, (México: Editorial Debate, 2013), este texto contribuye a descifrar la actual realidad de nuestro país a partir de dos ejes centrales. Por un lado, establece un hilo conductor en torno al pasado reciente de México y, por otro, visibiliza los mecanismos que instrumentan el Estado y los grupos dominantes para mantener el poder a través de un control mediático sobre la sociedad.
Carlos Fazio, es un escritor,
catedrático y periodista Uruguayo – Mexicano, es uno de os analistas
independientes más reconocido en temáticas geopolíticas, de seguridad y
militares, así como religioso – políticas. Profesor de la UACM y de la UNAM,
Facio también escribe algunos artículos en el periódico la Jornada y autor de
libros como. la cruz y el martillo, una biografía política del obispo mexicano
Sergio Méndez Arceo; el tercer vinculo: de la teoría del caos a la
militarización de México; en el nombre del padre: depredadores sexuales en la
iglesia y El eje
Wojtyla-Ratzinger, ¿la dictadura del Papa?.
Nos enseña que si todos los medios dicen que algo es verdad, es verdad,
incluso si es falso"
Contra esa
sentencia, este libro ofrece un análisis inteligente y arriesgado que desmonta
las múltiples estrategias para manipular que ejercen los medios de
comunicación. Tras desarrollar conceptos clave como propaganda, censura o
guerra psicológica, Carlos Fazio aporta elementos puntuales para entender cómo
los poderes efectivos imponen sus cuestionables agendas ideológicas y obligan a
que las personas adopten una conducta determinada. Un revelador examen de la
guerra contra el terrorismo de George W. Bush le sirve al autor como marco
teórico para reinterpretar diversos acontecimientos de la historia reciente de
México a partir de una clave fundamental: la construcción social del
miedo.
Así, se abordan casos emblemáticos que van desde el golpismo mediático suscitado por el asesinato de un conductor de televisión, pasando por la huelga de la UNAM, el intento por desaforar al líder nacional de la izquierda o los sucesos de 2006 en Oaxaca y Atenco. Hasta la militarización del país por medio de la lucha contra el crimen organizado.
Así, se abordan casos emblemáticos que van desde el golpismo mediático suscitado por el asesinato de un conductor de televisión, pasando por la huelga de la UNAM, el intento por desaforar al líder nacional de la izquierda o los sucesos de 2006 en Oaxaca y Atenco. Hasta la militarización del país por medio de la lucha contra el crimen organizado.
Fazio, siempre resistente a los usos y las costumbres del poder,
hace un contundente diagnóstico del estado de cosas en la que denomina "la
república de Televisa", donde han quedado a la vista las miserias de un
sistema político controlado por la dictadura del rating y el poder del dinero.
Es un libro cuyos
análisis críticos nos aportan un aire fresco en un mundo donde la información
de los medios de la corriente principal, a nivel local y global, apesta. Los
análisis
de Carlos Fazio basados en los hechos comprobados abren los ojos al más
ciego; pero a su vez, manipulados y ocultados o de cien maneras presentados con
engaño y mentira mediática, por los que trabajan para La Voz de Su Amo,
periodistas, analistas , catedráticos, especialistas. Buscarán ningunear, para
no mostrar sus indecencias.
Una obra desafiante que
pone el dedo en de las llagas del convulso inicio del siglo XXI. El uso de los
medios de comunicación para distorsionar la opinión pública y respaldar los
intereses económicos y políticos de ciertos grupos de poder.
Las 10 estrategias de Manipulación Mediática:
1.- la estrategia de la distribución: El elemento primordial del control social es la estrategia
de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los
problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y
económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas
distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la
distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por
los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la
psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del
público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por
temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin
ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del
texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
2.- Crear problemas y después ofrecer soluciones: Este método también es llamado
“problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista
para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de
las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o
se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin
de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en
perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer
aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el
desmantelamiento de los servicios públicos.
3.- La estrategia de la gradualidad: Para hacer que se acepte una medida
inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años
consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente
nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990:
Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa,
salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran
provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4.- la estrategia de diferir: Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la
de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública,
en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio
futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado
inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a
esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido
podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea
del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5.- Dirigirse al público como criaturas de poca edad: La mayoría de la publicidad dirigida
al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación
particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el
espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más
se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono
infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese
la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella
tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista
de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver
“Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.
6.- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión: Hacer uso del aspecto emocional es
una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y
finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización
del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para
implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir
comportamientos…
7.- Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad: Hacer que el público sea incapaz de
comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su
esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores
debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la
ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales
superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores
(ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8.- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad: Promover al público a creer que es
moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9.- reforzar la auto-culpabilidad: Hacer creer al individuo que es
solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia
de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de
rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto-desvalida y se
culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición
de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!
10.- Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se
conocen: En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados
de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del
público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a
la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha
disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física
como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo
común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de
los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los
individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.
Si lo leemos y asimilamos, nos damos cuenta
que es un excelente análisis sobre la violencia de Estado en contubernio con
los medios masivos de comunicación. Carlos Fazio demuestra cuáles son los
mecanismos usados para manipular y censurar la información que se difunde a la
colectividad. La opinión pública se fundamente en esas mentiras repetidas mediáticamente
hasta la saciedad.
Desde hace 3 000
años, el arte de la desinformación ha sido un elemento clave en los conflictos
bélicos. Los relatos acerca de guerras, desde las narraciones históricas de
Heròdoto y los poemas épicos de Homero han estado unidos al uso de la
propaganda. Entonces no se trataba de escribir la historia objetiva sino de
incitar o provocar emociones, positivas o negativas, para conformar la voluntad
de la población, la mayoría de veces tergiversando o manipulando los hechos a
favor de la cultura dominante.
Fuentes de
información:
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